Cada vez que nos dan clases de
amnesia
como si nunca hubieran existido
los combustibles ojos del alma
o los labios de la pena huérfana
cada vez que nos dan clases de
amnesia
y nos conminan a borrar
la ebriedad del sufrimiento
me convenzo de que mi región
no es la farándula de otros
en mi región hay calvarios de
ausencia
muñones de porvenir / arrabales
de duelo
pero también candores de
mosqueta
pianos que arrancan lágrimas
cadáveres que miran aún desde
sus huertos
nostalgias inmóviles en un pozo
de otoño
sentimientos insoportablemente
actuales
que se niegan a morir allá en lo
oscuro
el olvido está lleno de memoria
que a veces no caben las
remembranzas
y hay que tirar rencores por la
borda
en el fondo el olvido es un gran
simulacro
nadie sabe ni puede / aunque
quiera / olvidar
un gran simulacro repleto de
fantasmas
esos romeros que peregrinan por
el olvido
como si fuese el camino de
santiago
el día o la noche en que el olvido
estalle
salte en pedazos o crepite /
los recuerdos atroces y de
maravilla
quebrarán los barrotes de fuego
arrastrarán por fin la verdad por
el mundo
y esa verdad será que no hay
olvido
”Es tanto el peso de mi alma que ningún pensamiento puede transportarla, y no hay alas capaces de elevarla a lo inmaterial. Si se conmueve, parece acariciar el suelo con sus alas, como el vuelo bajo de los pájaros cuando presienten la tormenta. En mi pecho anida una opresión, un temor que adivina un terremoto”.
OLVIDADORES
No olvidadizos sino olvidadores
he aquí que también llegan
entre otras herrumbradas circunstancias
la degeneración / las taras del olvido
la falsa amnesia de los despiadados
es ilusión de estos olvidadores
que los otros las otras los otritos
no sigan recordando su vileza
pero son fantasías sin futuro ni magia
si la sangre de ayer alcanzó a macbeth
cómo no va a alcanzar a estos verdugos
de pacotilla y pesadilla
perdí la compasión en el casino
por eso les auguro y les propongo
insomnios con plañidos puteadas mutismos
cuerpos yertos desnudos nunca más seductores
ojos empecindamente abiertos con miradas capaces
de taladrar cerebros y corazón
no olvidadizos sino olvidadores
ocurre que el pasado es siempre una morada
pero no existe olvido capaz de demolerla
he aquí que también llegan
entre otras herrumbradas circunstancias
la degeneración / las taras del olvido
la falsa amnesia de los despiadados
es ilusión de estos olvidadores
que los otros las otras los otritos
no sigan recordando su vileza
pero son fantasías sin futuro ni magia
si la sangre de ayer alcanzó a macbeth
cómo no va a alcanzar a estos verdugos
de pacotilla y pesadilla
perdí la compasión en el casino
por eso les auguro y les propongo
insomnios con plañidos puteadas mutismos
cuerpos yertos desnudos nunca más seductores
ojos empecindamente abiertos con miradas capaces
de taladrar cerebros y corazón
no olvidadizos sino olvidadores
ocurre que el pasado es siempre una morada
pero no existe olvido capaz de demolerla
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